En lo que se refiere
a la educación es considerada por la humanidad como el recurso social mediante
el que la especie construye el entorno en el que se encuentra. Esta conjetura es
deducida a partir de la apropiación que esta (sociedad) ha tenido en la educación,
muestra que se aprecia en los conocimientos científicos que a lo largo de la
historia han transformado a la humanidad evidencia de ello lo encontramos en
los avances tecnológicos. Además entre las especies existentes en la naturaleza
el hombre es el único que puede ser
educado, esta ultima entendida como la capacidad que él tiene de aprehender y
desarrollar su los talentos y cualidades que alberga en sí mismo para beneficio
de la sociedad.
Lee también: La investigación como estrategia pedagógica
Por tanto, la educación debe ser un arte razonado y no mecánico en este último en el que el individuo aprende sobre lo que resulta útil y perjudicial -modelo tradicional-. La educación o pedagogía es un arte que debe ser razonado en tanto debe permitir que el individuo alcance el fin que la naturaleza le ha propuesto el cual comprende el desarrollo de las disposiciones naturales de manera conjunta con el resto de la humanidad. Es decir, el individuo alcanza el desarrollo de sus disposiciones naturales cuando tiene la capacidad para reconocer y concebir sus capacidades cognitivas y físicas como el medio-fin por el que se permita alcanzar continuamente una vida grata, aquel desarrollo humano no se encuentra vinculado al crecimiento o disminución de ingresos de un país sino que se atribuye a la creación de un entorno en el que las personas puedan desarrollar su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses.
Por ende, el desarrollo de las disposiciones naturales implica ampliar las oportunidades para que cada persona pueda vivir una vida que valore y no se encuentre determinada por factores externos (sistema capitalista) que coartan las posibilidades del desarrollo cognitivo de cada hombre cuando moldea y estructura en la psique lo que indicara el referente de desarrollo humano (aparente felicidad). Un desarrollo que se mide por ingresos económicos. Por decirlo así, el desarrollo humano implica para el sistema capitalista reducir las condiciones creativas del hombre a valores cuantificables. El valor económico indica una desvertebración del sentido cualitativo (cualidades, destrezas, talentos físicos y mentales) del hombre en la sociedad.
En otras palabras, el individuo es deshumanizado cuando en la interacción con el mercado determina sus necesidades, esperanzas e interacción entre sí y con los demás hombres desde la intermediación del mercado.
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Por tanto, la educación debe ser un arte razonado y no mecánico en este último en el que el individuo aprende sobre lo que resulta útil y perjudicial -modelo tradicional-. La educación o pedagogía es un arte que debe ser razonado en tanto debe permitir que el individuo alcance el fin que la naturaleza le ha propuesto el cual comprende el desarrollo de las disposiciones naturales de manera conjunta con el resto de la humanidad. Es decir, el individuo alcanza el desarrollo de sus disposiciones naturales cuando tiene la capacidad para reconocer y concebir sus capacidades cognitivas y físicas como el medio-fin por el que se permita alcanzar continuamente una vida grata, aquel desarrollo humano no se encuentra vinculado al crecimiento o disminución de ingresos de un país sino que se atribuye a la creación de un entorno en el que las personas puedan desarrollar su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses.
Por ende, el desarrollo de las disposiciones naturales implica ampliar las oportunidades para que cada persona pueda vivir una vida que valore y no se encuentre determinada por factores externos (sistema capitalista) que coartan las posibilidades del desarrollo cognitivo de cada hombre cuando moldea y estructura en la psique lo que indicara el referente de desarrollo humano (aparente felicidad). Un desarrollo que se mide por ingresos económicos. Por decirlo así, el desarrollo humano implica para el sistema capitalista reducir las condiciones creativas del hombre a valores cuantificables. El valor económico indica una desvertebración del sentido cualitativo (cualidades, destrezas, talentos físicos y mentales) del hombre en la sociedad.
En otras palabras, el individuo es deshumanizado cuando en la interacción con el mercado determina sus necesidades, esperanzas e interacción entre sí y con los demás hombres desde la intermediación del mercado.
Quiero precisar que
el objetivo inicial se encuentra orientado en determinar la función social de
la investigación como estrategia pedagógica que permite fortalecer los vínculos de reconocimiento de
una comunidad. Con este objetivo en mente, realizare en primer lugar una
caracterización del individuo según la educación tradicional para contrastarlo
con la propuesta de la investigación como estrategia pedagógica. En segundo
lugar, analizare la incidencia que tiene este tipo de propuestas en el
fortalecimiento y desarrollo de las cualidades que tienen cada uno de los
sujetos que integran la comunidad educativa y de la sociedad.
Algunos individuos nacieron para ser
prisioneros (del sistema capitalista) y otro están destinados a cumplir con el
fin que la naturaleza les dispuso, alcanzar la ilustración. He llegado a esta aseveración por
la condición en la que se ha encontrado especie humana en la historia, como
esclavo de sus propios deseos. Este tipo de sociedad (capitalista) se
caracteriza porque los individuos miden sus capacidades y felicidad en relación
con lo que obtienen los demás. Y en esa dinámica el hombre se encuentra preso
de sus propios deseos los cuales se ven representados en la obtención de una
vida cómoda. El hombre de acuerdo a este sistema social (denominado
capitalismo) es asumido como la máquina que se encarga de reproducir objetivamente
su comportamiento a la prosecución de sus propios intereses, y dentro aquella
se mide por la obtención de gloria, honor y riqueza. Tal condición disminuye al
hombre a la categoría de objeto pues sus capacidades son valoradas como mercancía.
El reconocimiento de un sujeto es dado desde afuera. A partir de la utilidad
que los demás puedan otorgar a sus capacidades.
El desarrollo de los individuos aquí es medido por la
producción que pueden ofrecer al mercado. El modo de concebir el desarrollo
humano es con frecuencia olvidado en el afán inmediato de acumular bienes y
riquezas financieras, por esto se caracteriza la educación tradicional y/o mecánica,
aunque ha sido avasalladora la educación tradicional en la producción y
desarrollo de conocimiento científico en (masa) el individuo no puede soslayarse de que quehacer del desarrollo debe
estar inclinado hacia el bienestar humano. Es decir, las condiciones materiales
de una sociedad trascienden cuando lo fundamental es desarrollar las
capacidades humanas. Por lo tanto, las capacidades más esenciales para el
desarrollo humano son disfrutar de una vida larga y saludable, haber sido
educado, acceder a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida digno y
poder participar en la vida de la comunidad.
Para intentar aproximarme a la concepción de vida en una comunidad, la comprendo de la siguiente manera, en la que cada uno de los integrantes de la mismas se dirige al mismo fin, el desarrollo cualitativo y/o felicidad (eudaimonía). Y es perfecto para el individuo alcanzar la felicidad en unión con los otros. Una deducción que está determinada desde la disposición natural que tiene cada individuo de vivir bien.
En palabras de Aristóteles: “vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz”[1]. Por así decirlo, en una comunidad los individuos estiman recíprocamente las facultades y capacidades de cada uno de sus miembros ya que estas son el aporte sustancial por el que se logra el desarrollo cognitivo en los demás. Esta relación recíproca es la que Honneth[2] denomina solidaridad. Al respecto aclara Honneth: “{…} brindar solidaridad a alguien quiere decir, considerarlo /a como una persona cuyas propiedades tienen valor para una praxis común de vida”[3], quiere decir respetar las facultades de los otros, en aras de que estas contribuyen con la potencialización de las propias. Esto se observa la propuesta revolucionaria que plantea ondas sobre la investigación como estrategia pedagógica en la que se propone a la pregunta como el punto de partida en tanto permite que los estudiantes propongan desde su entorno socio-cultural para que se apropien del saber científico.
Asumiendo a este conocimiento no como expropiado de si mismo sino como la adhesión necesaria para alcanzar el propósito que la naturaleza le propuso a la especie humana, que consiste en alcanzar la liberación. Esto es que el individuo aprenda a pensar por sí mismo. Este objetivo es alcanzado por la especie humana cuando la clase es trasformada en una comunidad de indagación, con la motivación de los estudiantes para que para que piensen y actúen superior al demostrado particularmente. Se alude a una comunidad de cuando los individuos se basan en el respeto mutuo y el compromiso voluntario por parte de sus integrantes en una búsqueda común. En referente a la indagación es entendida como la constancia en la exploración autocorrectiva de temas que se perciben al mismo tiempo como algo problemático e importante.
Lee también: 8 trucos para ser una familia
Para intentar aproximarme a la concepción de vida en una comunidad, la comprendo de la siguiente manera, en la que cada uno de los integrantes de la mismas se dirige al mismo fin, el desarrollo cualitativo y/o felicidad (eudaimonía). Y es perfecto para el individuo alcanzar la felicidad en unión con los otros. Una deducción que está determinada desde la disposición natural que tiene cada individuo de vivir bien.
En palabras de Aristóteles: “vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz”[1]. Por así decirlo, en una comunidad los individuos estiman recíprocamente las facultades y capacidades de cada uno de sus miembros ya que estas son el aporte sustancial por el que se logra el desarrollo cognitivo en los demás. Esta relación recíproca es la que Honneth[2] denomina solidaridad. Al respecto aclara Honneth: “{…} brindar solidaridad a alguien quiere decir, considerarlo /a como una persona cuyas propiedades tienen valor para una praxis común de vida”[3], quiere decir respetar las facultades de los otros, en aras de que estas contribuyen con la potencialización de las propias. Esto se observa la propuesta revolucionaria que plantea ondas sobre la investigación como estrategia pedagógica en la que se propone a la pregunta como el punto de partida en tanto permite que los estudiantes propongan desde su entorno socio-cultural para que se apropien del saber científico.
Asumiendo a este conocimiento no como expropiado de si mismo sino como la adhesión necesaria para alcanzar el propósito que la naturaleza le propuso a la especie humana, que consiste en alcanzar la liberación. Esto es que el individuo aprenda a pensar por sí mismo. Este objetivo es alcanzado por la especie humana cuando la clase es trasformada en una comunidad de indagación, con la motivación de los estudiantes para que para que piensen y actúen superior al demostrado particularmente. Se alude a una comunidad de cuando los individuos se basan en el respeto mutuo y el compromiso voluntario por parte de sus integrantes en una búsqueda común. En referente a la indagación es entendida como la constancia en la exploración autocorrectiva de temas que se perciben al mismo tiempo como algo problemático e importante.
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Una comunidad de indagación se caracteriza por apreciar
cada una de las capacidades que los individuos tienen en tanto que estas particularidades
constituyen el engranaje que permiten que la comunidad tienda hacia un cambio
cualitativo, que beneficia tanto a cada individuo como a los demás integrantes
y al entorno en general. Un cambio cualitativo en tanto el hombre es apreciado
en la sociedad como el fin. Puesto que, en el individuo se encuentra el
mecanismo por el que la especie humana se proyecta a la realización de sí mismo
sin la intervención de factores externos que tienden a la manipulación de los
intereses que el hombre posee (el sistema capitalista- reproduce estereotipos
que conducen al hombre a deshumanizarse y a percibirse como una mercancía que
encuentra su felicidad en lo material- no libertad).
En síntesis la comunidad de indagación
encuentra una relación con la investigación como estrategia pedagógica en tanto
que los individuos se permiten alcanzar el desarrollo de las capacidades mediante la
coordinación de sus habilidades particulares en relación al bienestar que
puedan otorgar a su comunidad. Aquella formación cognitiva tiende hacia el
fortalecimiento de aptitudes como la cooperación, la confianza, la
autovaloración, la atención, el respeto a las personas, entre otras.
En conclusión en
lo que refiere al papel del individuo en la educación tradicional es inclinado
a la mecanización de sus acciones a favor del crecimiento de ingresos por el
contrario en la investigación como estrategia pedagógica se evidencia la
valoración de las capacidades del sujeto autónomo con capacidad de reflexionar
y contribuir hacia la trasformación de las condiciones existentes de la
humanidad.
En lo que atañe a la investigación como estrategia
observamos que su incidencia reside en el fortalecimiento y desarrollo del
entorno social y cultural en el que se encuentran los sujetos
(estudiante-profesores y padres-estudiantes y familiares-estudiantes). Como
evidencia tenemos los procesos de sistematización se permiten los
maestros-acompañantes y los estudiantes e incluso los padre de familia, esto en
aras de que cada uno desde su labor es un catalizador de las experiencias desde
su propio entorno sobre el conocimiento científico. La función social de la
investigación como estrategia pedagógica permite desarrollar en los
involucrados (estudiantes, maestros, padres entorno social) aptitud reflexiva, autónoma,
solidaria, tolerante y capaces de fortalecer los vínculos con sus semejantes
mediante el trabajo en equipo, gracias a la apreciación de las particularidades que cada
individuo posee a favor del bienestar de sociedad.
Bibliografía:
Aristóteles, Ética Nicomáquea, Gredos, Madrid
1985.
Teórico de la tercera generación de la escuela de Frankfurt, que intenta reactivar la teoría crítica
mediante una teoría del reconocimiento reciproco o desarrollo moral véase en la obra la lucha por el reconocimiento.
Axel Honneth,
“Comunidades postradicionales. Una propuesta conceptual”, En: Crítica del agravio moral, Fondo de
Cultura Económica, México, 2009.
[1]
Aristóteles, Ética Nicomáquea, Gredos, Madrid 1985. Pág. 132,1095ª 19-20.
[2] Teórico de la tercera generación de la escuela de Frankfurt, que intenta reactivar la teoría crítica
mediante una teoría del reconocimiento reciproco o desarrollo moral véase en la obra la lucha por el reconocimiento.
[3]Axel Honneth,
“Comunidades postradicionales. Una propuesta conceptual”, En: Crítica del agravio moral, Fondo de
Cultura Económica, México, 2009, p. 297.
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